lunes, agosto 11, 2014

RetroReseñas: El Guantelete del Infitito

Antes de irme de vacaciones hasta septiembre, toca hablar de esta aventura, épica donde las haya, que escribió Jim Starlin en los 90 con dibujos de George Pérez y Ron Lim. El Guantelete del Infinito se ha hecho un hueco por méritos propios en las estanterías de todo marvelita que se precie. Desde el primer momento nos encontramos con un Thanos supremo, capaz de con un chasquido de dedos terminar con la existencia de medio universo (superhéroes incluídos). Siendo su particular debilidad una bastante conocida para los lectores terrenales, porque se encuentra rehén del amor que le profesa a la Muerte.

Una Muerte que no está interesada en el hijo de Mentor y que rechaza una detrás de otra todas las 'muestras de amor' que él le hace.


Así comienza esta historia, con un Thanos más nihilista que nunca, entregado a la muerte como único principio vital y dispuesto a hacer cualquier cosa por ella. Pocos cómics de Marvel han tenido durante estas cinco décadas una introducción cargada de tanta espectacularidad y poesía al mismo tiempo.

La perversa mente de Thanos es un asunto de gran importancia para Jim Starlin, fijándose en todos los aspectos de su ser durante lo que dura el Volumen 1 del Guantelete. Teniendo de título "Dios", era de esperar que el personaje púrpura fuera el protagonista absoluto.

En el otro lado, durante ese primer volumen, nos encontramos a un renacido (por enésima vez) Adam Warlock, cuyo objetivo es reunir a todos los aliados posibles para plantarle cara. Aliados de todo tipo y condición, desde los superhéroes terrestres que han sobrevivido al apocalipsis originado en la Tierra, hasta las deidades y figuras cósmicas que representan el orden, el caos, el tiempo y el espacio; en otras palabra: la existencia misma. Cada uno de ellos tendrá una función dentro del pormenorizado plan de Warlock, reconocido personaje fetiche de Starlin.

Lamentablemente, en el segundo volumen nos deja George Pérez y se encarga del dibujo Ron Lim (por mucho que la portada siga poniendo a Pérez). Que aunque es un buen profesional con un dibujo eficaz, a mi entender no se puede comparar con la habilidad de George para dibujar tantos personajes tan bien. Menos mal que la inercia de la trama es tan fuerte, que el cambio no es tan traumático.

En este cómic, pero sobre todo en el segundo volumen, tenemos la consolidación de Thanos como una figura de contradicción pura. Por un lado quiere detantar poder supremo para aniquilar a todo el universo, y por el otro lado no para de sabotearse a sí mismo porque en su interior se siente indigno de tanta energía. El peor enemigo de uno mismo, parece decir el guionista, es la inseguridad e inestabilidad que tenemos nosotros mismos.

Estas son las vacilaciones del Titán loco:

- Primero, teniendo en cuenta que es omnipotente y omnisciente, permite (consciente o inconscientemente) que Adam Warlock organice una resistencia para hacerle frente.

- Luego, triquiñuela de Mefisto mediante, cede parte de su poder total para la batalla con los héroes de la Tierra. Conservando su supremacía pero obviando el tiempo y el espacio, así no podrá saber por dónde van a atacar sus enemigos, dándoles una pequeñísima probabilidad de que salgan victoriosos.

- Para terminar, volviendo a controlar la existencia por completo después de haber vencido a héroes y entidades cósmicas por igual, deja que su nieta Nébula le robe el Guantelete.

Es de agradecer que el segundo volumen, entre viñetas de acción y explosiones de planeta, se siga ahondando en la compleja personalidad de Thanos. Encajando al mismo tiempo las piezas que Starlin había dispuesto desde el comienzo de esta epopeya, piezas que no parecían tener mucho sentido en su momento. Pero no acaba aquí su cometido, porque con su potente final plantea cuestiones metafísicas que podrían dar para unos cuantos post de discusión y otros tantos dolores de cabeza.

Por ejemplo, ¿qué preferís, una entidad cósmica que gobierne la existencia con poder supremo a su antojo calculadamente para hacer el bien o que la existencia se maneje ella misma libre y arbitrariamente? Yo me abstengo de comentar.

Sin desvelar el final de Thanos en esta historia, me limitaré a comentar que es paradójico, rozando la perfección. Qué lástima que la industria americana se base en la continúa producción de secuelas de eventos y personajes. Pero bueno, eso siempre queda a elección del lector. Quién quiera se quedará con que este es el final definitivo de Thanos y quién no, le quedarán otras grandes aventuras que ha protagonizado, bastantes de ellas escritas también por Starlin. Un autor que siempre hace historias de superhéroes pero que no sólo hablan de superhéroes.

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