miércoles, junio 24, 2015

Cómics forasteros: Cowa! de Akira Toriyama

¿Es posible que la fama y el reconocimiento mundial harten tanto a alguien para que abandone todo y vuelva a empezar así desde cero? Pues sí, en el mundo loco del manga todo puede pasar. Todo. Y sino que se lo digan a Akira Toriyama, que acabó hastiado de tanto ruido en torno a sus dos mayores creaciones: Dragon Ball y Dragon Ball Z.

Porque, si dejamos la nostalgia y la melancolía aparte, y nos entregamos a la sinceridad, las aventuras de Goku y compañía acabaron convirtiéndose en un Nekketsu repetitivo, falto de ideas y de proyección a largo plazo. Seguramente no por culpa de un Toriyama centro de las exigencias, sino por la enorme demanda de más y más peleas por parte del gran público. Entendible que cerrase ese capítulo de su vida (aunque parece que ahora se vuelve a abrir con Dragon Ball Super) y quisiera volver a su otra faceta: La de la aventura imprevisible y la comedia absurda con personajes entrañables que tanto brilló con el Dr. Slump. Y esa nada más y nada menos es la esencia de Cowa!

Seguid conmigo si queréis saber cómo huyó Toriyama de Goku.


Olvidaos de las peleas hasta la extenuación. Olvidaos de las interminables miradas silenciosas entre guerreros –deudoras de las pelis del oeste de Sergio Leone–. Olvidaos de la cultura Saiyajin con bolas mágicas de fondo. Nada de eso tiene que ver con Paifu, el protagonista de Cowa!

Bueno, a lo mejor he exagerado. Dejad que me explique: este niño fantasma, Paifu (mitad vampiro, mitad hombre koala) es el análogo del Goku más revoltoso de las primeras historias de Dragon Ball. Sin embargo, que la acción se sitúe en un ambiente en el que incluso el nombre, Cabo Murciélago, juega con lo sobrenatural, le da un enfoque distinto a las aventuras.

Si Paifu es Goku, el fantasma multiforme llamado José Rogriguez –como lo leéis– es claramente Krilin. Ya tiene otra vez construida Toriyama la dinámica de pareja que tantas alegrías daba a los lectores. El héroe simpático pero distraído y el inseparable compañero asustadizo pero de buen corazón. Y para completar el tridente de referencias, el autor crea una especie de némesis cabezón al más puro estilo Vegeta en la figura de Aapon.

La historia empieza titubeante, sin saber muy bien por dónde tirar y centrándose más en la representación del lugar y sus peculiares habitantes. Pero en cuanto salta el conflicto la legendaria imaginación de Akira se dispara y con ella viene de la mano la diversión suministrada en su momento con Dr. Slump.

El nexo con la agresividad del pasado reciente se constituye mediante el único personaje humano de relevancia, Maruyama. Detalle este de especial simbolismo que seguro que no fue pensado al azar. Con este luchador de sumo el creador japonés vuelve a dibujar algunas escenas de acción, incluso cuando parecía que iba a renegar de ellas en todo el tomo. Tantos años dedicándose a los mamporros no se olvidarían como si tal cosa.

Porque el dibujo tan reconocible con el que nos criamos no aparece aquí salvo en las citadas escenas de lucha. El artista muta su estilo en pos de explotar al máximo las situaciones y diálogos surrealistas que nos brinda. La simplificación y estilización del trazo le sientan de fábula al clima de simpática odisea que se vive.

Cowa! acaba siendo para el lector lo que entiendo que fue para el autor: un oasis de paz y esparcimiento. Al creador se le ve disfrutando sin ningún tipo de ataduras, lo que acaba repercutiendo favorablemente en la lectura. Una historia recomendable con un principio y un final que dejan un regusto dulce y ganas de conocer más de Paifu.

Aunque yo haya leído la primera edición española, Planeta DeAgostini volvió a reeditar la miniserie el año pasado en un formato muy atrayente. Aquí os dejo los datos de esta última edición:


COWA!

Guión y dibujo: Akira Toriyama
Edición original: Shonen Jump, 1997-1998, Japón
Formato: Rústica sin solapas, 200 páginas a color
Precio: 10,95 €
Editorial: Planeta DeAgostini (web)

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