Mundo audiovisual: The Amazing Spider-Man 2

Sí, este un post sobre The Amazing Spider-Man 2. Soy consciente de que han pasado unos cuantos meses de su estreno en todo el mundo, teniendo de actual más bien poco. Pero, como dije el día en el que volví por estos lares, mi intención es comentar lo que me apetezca cuando me apetezca. Sin ninguna atadura ya sea de espacio o de tiempo, que para eso existen por un lado las webs de noticias y por el otro los blogs personales.

Aviso que voy a comentar la película con spoilers. En un primer momento iba a hacerla sin destripar nada, pero lo que sucede en ella no puede dejarse pasar por alto.


Dos cosas llaman la atención nada más empezar a ver la segunda película de Marc Webb:

1- La búsqueda de la verdad sobre los padres de Peter Parker, Richard y Mary. Una trama que en la anterior trilogía no existía porque se daba por hecho que sus padres eran unas personas normales, víctimas de un trágico accidente.

2- El estilo del comienzo, que poco tiene que ver con la primera entrega de la saga. Los primeros quince minutos tienen más humor que la película de hace dos años, lo que ya en sí demuestra un cambio en la forma de narrar la historia del trepamuros.

Quiero reparar en la familia Parker por un momento, porque en los cómics apenas salió este tema hasta mucho tiempo después de crearse al personaje, en la década de los 90. En el papel, se determinó que los padres de Peter eran agentes de la CIA/SHIELD enviados a una misión a Algeria para detener a un nuevo Cráneo Rojo llamado Albert Malik. Éste les descubre y ordena asesinarlos, lo que provoca el accidente de avión en el que perderán la vida.

Vaya por delante que siempre he pensado que este tipo de argumentos a lo flashback sólo sirven para meter más peso innecesario en el personaje, teniendo que hacer luego encaje de bolillos para que cuadre con todo lo que se ha dicho de Spiderman hasta la época. Pero hay que reconocer que en la película se complementa muy bien con el presente del superhéroe, respondiendo de manera convincente a esa incógnita que pudieran tener bastantes espectadores ajenos a los cómics.

Luego está el abandono del Parker oscuro y meditabundo que encabezaba The Amazing Spider-Man en 2012. Se agradece el volvernos a encontrar con un Spidey jovial y divertido, feliz porque todo le empieza a ir bien porque se está graduando y su relación con Gwen Stacy es perfecta. Podríamos considerarlo como a medio camino con el Spiderman de Raimi, con una personalidad más geek y juguetona que, a mi entender, funciona mejor que la "fórmula emo" que planteaba Webb.

Hay que aprovechar estas ocasiones para reencontrarnos con el antiguo Spidey de las viñetas, que no se ve casi desde sus comienzos hace 50 años. Ese que ante una amenaza nueva que le sobrepasa en poder no pide ayuda a otros superhéroes, sino que busca en internet cómo poder utilizar el poder de sus enemigos contra ellos. O echa mano de algún consejo o idea de su entorno, en esta ocasión la coprotagonista rubia.

No puedo pasar sin mencionar la química que tienen Emma Stone y Andrew Garfield, supongo que afianzada porque, según tengo entendido, son pareja en la vida real.

Uno, que ya es perro viejo en esto de los giros de guión, se huele que tanta felicidad seguramente acabe de golpe con un suceso trágico. Bueno, por perro viejo y porque también me había hecho eco de algunos rumores que apuntaban a la adaptación en pantalla grande de la muerte de Gwen. Y efectivamente, se atrevieron a hacerlo. Dejando la puerta a una tercera entrega en la que seguramente volverán las dudas de Parker sobre el género opuesto, esperemos que lo que no vuelva sean las preocupaciones emo.

La muerte de Gwen fue dura sí, pero no tanto como en los cómics. Recordemos que fue en un escenario más icónico para los neoyorkinos (el puente de Brooklyn) y causada por la tensión que la telaraña de Spiderman produjo sobre el cuello de su novia. En la adaptación cinematográfica han suavizado el asunto un poco, quitándole algo de culpa al justiciero, que no la salvó a tiempo por un segundo.

Una última cosa acerca de esto: creo que es un acierto que al final no incluyeran a Mary Jane en esta secuela, dejando margen a Peter para cicatrizar la herida que le dejó su fallecimiento, honrando también la memoria de Stacy. Ya habrá tiempo de sobra para meter a la pelirroja en la trama, porque se ha confirmado ya la 3 y la 4 entrega de la serie.

Hablemos un poco de los enemigos, porque creo que el guión queda un poco abultado intentando meter a calzador a tres némesis. Si se pueden llamar así, porque el Rhino mecanizado no deja de ser un anzuelo para esa gente que buscaba más peleas y menos interacción entre personajes. Qué lástima que no le hayan podido sacar más provecho a un actor como Paul Giamatti, que queda sólo como una caricatura cómica de un criminal ruso sin muchas luces.

En cambio, la reinvención de El Duende Verde (sin pasar por Norman, directamente a Harry) o Electro, son frescas e interesantes. Sobre todo la del personajes interpretado por Jamie Foxx, que pasa de un vulgar delincuente como es en los cómics a un inadaptado en búsqueda de atención. Me esperaba un personaje plano y han sabido darle la profundidad necesaria, un hurra por ellos.

En definitiva, un Spidey bastante equilibrado. Teniendo escenas de acción salpicadas a lo largo de una narración que está marcada por unos actores que le han cogido el punto a la acción, ya sea la de las peleas con CGI como la emocional. Deja más satisfecho que su predecesora, esperemos que siga por este camino.