
Cuando estaba en el otro lado de la acera, miraba con recelo prácticamente todo lo que se publicaba bajo el sello de DC. Bajo las faldas de mamá Marvel todo parecía demasiado lioso e indigno de mi atención (y, por tanto, de mi dinero). Recuerdo bastante claramente lo que pasó por mi cabeza cuando me enteré de que correteaba un superhéroe con traje rojo ceñido llamado
Deadman. Una ignorante sonrisa burlona se dibujó en mi cara para, acto seguido, hacer algún chiste de calidad más que discutible.
Daba igual que nombres como
Neal Adams, Alan Moore o Neil Gaiman se hubiesen interesado en algún momento en él. A mí no me parecía suficiente para dar el paso y empezar a conocer su historia. Por eso ahora me sentía en deuda con él a la hora de coger el tomo de
Deadman realizado por
Mike Baron y Kelly Jones.
Nunca ha sido tan fácil saber si me he arrepentido de una decisión o no. ¡Al salto descubriréis con mi análisis lo que pienso de este extraño personaje!