miércoles, diciembre 16, 2015

Star Wars: Darth Vader (#1-6) de Gillen y Larroca: LadoOscuroCasiNegro

Cuando Disney compró Lucasfilm en 2012, tres años después de haber adquirido Marvel, los amantes del cómic se ilusionaron, y con razón. A los mejores guionistas y dibujantes se les abría una nueva posibilidad: manejar a personajes míticos de una de las franquicias más importantes -sino la más- del cine. Sí, ya se habían publicado cómics antes de Star Wars (Marvel y Dark Horse después), pero este relanzamiento estaba planificado a lo grande.

Tres grandes series de calidad: Star Wars, Princesa Leia y Darth Vader. Autores más que contrastados: Aaron, Cassaday, Immonen, Gillen, Larroca, Waid y los Dodson. Coincidiréis conmigo en que es un trato justo para Luke y compañía. De momento vamos a ir poco a poco, empezando primero por uno del que tenía bastantes dudas: Darth Vader por Gillen y Larroca.

Atención SPOILER: las dudas se disipan y la lectura acaba siendo deleitosa. ¡Dadle a leer más!


He citado a los fans de Star Wars porque son merecedores de un reconocimiento especial. Antes de estrenarse la primera película, se formó ya una legión de seguidores de ciencia-ficción que asistía a las convenciones de cómic, quedándose estupefacta con el artwork que más tarde vería en la pantalla. Nadie de la industría tenía expectativas de que la obra de George Lucas tuviese tanto éxito y el lanzamiento fue sustentado en un primer momento por ellos.

Pero más allá del éxito general de la primera película, su fandom continuó manteniendo el proyecto. El merchandising que se comercializó acabó financiando gran parte de las películas siguientes, permitiendo que Lucas tuviera independencia a la hora de cerrar la trilogía. Que más tarde sería remasterizada -"Perfeccionada" según George- mediante tecnología digital con recepción dispar.

Kieron Gillen fue el elegido para escribir la nueva serie regular de Darth Vader dentro del nuevo universo expandido Marvel. De dilatada experiencia con los superhéroes Marvel, Kieron responde al encargo con energía, haciendo saltar todos los resortes argumentales que nos mantienen pegados al papel.


Maneja con soltura los temas que introdujo Lucas, que aunque fueran presentados bajo una apariencia infantil, son peliagudos. El conflicto entre generaciones, pilar de Star Wars, es una pugna fuerte y primaria. Basta con abrir cualquier relato clásico para darse cuenta de que siempre ha estado ahí. Lucas, con su magia, simplemente añadió nuevas figuras a la mitología popular. Y ahí, aunque le duela a los seguidores de Luke, su padre es la referencia categórica.

El relato ofrecido por Gillen ahonda en una de las pocas facetas de Anakin Skywalker que se mantiene en su identidad adulta: la de eterno aprendiz. Siempre a la sombra de una figura superior, el orgullo de nuestro villano favoritos se daña inevitablemente. Así, cuando es degradado por Darth Sidious tras el desastre de la primera Estrella de la Muerte, inicia una reconquista de sus galones. No tanto para mostrar al Lord Sith de lo que es capaz, sino para volver a manifestar que es el elegido.

La narración brilla cuando muestra al Darth Vader más resolutivo, completamente lanzado al contraataque. Poco queda ya del Anakin del Episodio I que no paraba de hablar. El lado oscuro nubla el razonamiento y aquí pesan más las acciones que los pensamientos. Enmarcado entre El Episodio IV y el V, nos encontramos al Lord Oscuro más perdido que nunca. Al desconocer quiénes son las personas que, desde la alianza rebelde, empiezan a desbaratar sus planes.


Por si fuera poco, la acción se desata cuando se le añaden personajes al relato: Boba Fett, Cylo-IV copias letales de R2D2 y C3PO y -sobre todo- la doctora Aphra. La saga tiene pocos personajes femeninos y su inclusión ayuda a que haya más matices y dinámicas a disposición del guionista inglés. Alguien tiene que aprovechar los bocadillos, ya que el protagonista de la serie rellena los suyos con monosílabos.

Entre tanta epopeya, Gillen encuentra tiempo para el recuerdo, revelándonos a un Vader expresivo incluso con la máscara puesta. Aparte de sus encuentros con Obi-Wan y Luke, Gillen nos abre brevemente las puertas de su mente para comprobar que sigue teniendo presente su felicidad juvenil con Padme. No todo es negrura absoluta, hay tonos grises en la oscuridad.

Para terminar, es en el apartado visual donde el valenciano Salvador Larroca da un golpe en la mesa. ¿Sus escenas de acción? Trepidantes. ¿Las naves indispensables de la trama? Preciosistas. ¿El trazo de los personajes? Realistas dentro de lo irreal, siendo lo más logrado. Cómo será la cosa que siempre ha sido blanco de mis críticas por la expresividad de rasgos corporales y en esta ocasión sólo puedo admirarle. Para cerrar el círculo, su diseño de página con viñetas largas horizontales acerca la colección al medio cinematográfico. Misión cumplida.



Una serie para todos los públicos. Jedi o Sith. Jóvenes y viejos. Seguidores de Star Wars o simples lectores de cómics. Déjense seducir por la fuerza. No les decepcionará.

DARTH VADER (#1-6)

Guión: Kieron Gillen
Dibujo: Salvador Larroca
Color: Edgar Delgado
Edición original: Marvel (2015)
Edición: Grapa color, 35 páginas Planeta DeAgostini
Precio: 1€/2,50€ cada unidad
Página web: Planeta DeAgostini

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